El desafío de la gestión de RRHH y la Salud Mental en la organización.



Compartir


El desafío de la gestión de RRHH y la Salud Mental en la organización.


Parte III


La salud mental en el trabajo, se ha puesto de manifiesto en los últimos tiempos, especialmente a partir de la realidad vivida en la pandemia, visibilizando un escenario complejo en este sentido. Cuando hablamos de salud mental, se trata de una entidad que engloba la totalidad de la persona, con la repercusión que ello conlleva en todas las áreas en las que se desarrolla, independientemente de donde se encuentre la causa de la entidad de salud mental, ya sea personal o laboral, que requiere ser atendida a la mayor brevedad posible, con la valoración de todas las aristas que componen la entidad.

Desde Esselección creemos firmemente que la salud mental y el trabajo están íntimamente relacionados. Por ese motivo, la apuesta por la salud mental en el trabajo y el desarrollo de estrategias de detección y diagnóstico precoz, de intervención y apoyo al empleado, así como de reincorporación a la actividad laboral, libre de estigmas, son fundamentales desde las organizaciones. Todo ello, haciendo una apuesta clara por el desarrollo profesional, como factor protector y de recuperación en las cuestiones relacionadas con la salud mental.

Resulta de vital importancia, destacar el papel que la psicología, desde sus distintas áreas de estudio puede desempeñar en este cometido, puesto que si se realiza una adecuada atención, diagnóstico, intervención y seguimiento, puede conllevar a la recuperación de la salud y calidad de vida de la persona, además de minimizar los efectos negativos que lleva asociados, y permitir, continuar o retomar la actividad de manera adecuada, tanto en la esfera profesional como personal, puesto que no se trata solo de una cuestión de rendimiento en el ámbito profesional o de pérdida de talento, en los casos más graves.

La promoción de la salud mental debe enfatizar los aspectos saludables del trabajo y una correcta prevención, cuestión que se acomete desde legislación y con una adecuada definición y revisión de riesgos psicosociales, pero también debe primar además, una apropiada estrategia de diagnóstico precoz, así como una intervención adecuada, puesto que cuando hablamos de salud mental, el riesgo cero no existe, aunque haya una adecuada prevención. Todo ello, para evitar un agravamiento de la situación y las consecuencias que pueda conllevar tanto a nivel personal, como organizacional y social, poniendo en marcha las directrices o estrategias oportunas.

Cuestiones, que de ser abordadas de manera correcta, resultan beneficiosas para los tres niveles comentados, individual, organizacional y social, no sólo en términos de reducción de costes económicos o pérdida de talento, sino en términos estratégicos y de competitividad para la organización, relacionados con una mejora. 


Deseas publicar una selección? Solicita tu usuario